El Ministerio de Salud planea distribuirlos a lo largo de 2012 entre los sectores vulnerables al contagio de enfermedades sexuales.

El Gobierno de Dilma Rousseff comunicó que la adquisición de los 20 millones de preservativos femeninos costó alrededor de 15 millones de dólares. Según se informó, los profilácticos serán distribuidos de forma gratuita entre los sectores más vulnerables al contagio de enfermedades sexuales, como el virus del VIH, la gonorrea y la sífilis.

En Brasil, las campañas con condones datan de largo tiempo, dado que la prevención del sida se convirtió en una política de Estado. Las Naciones Unidas reconocieron este trabajo, que incluye también la administración gratuita de los fármacos para los portadores de la enfermedad, como un "modelo por seguir" para otros países.

El año pasado, la cartera de Salud repartió 493 millones de preservativos para hombres y sólo 16 millones de los destinados para las mujeres; en parte porque tienen un uso menos generalizado. Aún así, la información sobre este tipo de profilácticos se hizo circular y, según una encuesta del mismo ministerio, en 2008, el 90% de las mujeres brasileñas sexualmente activas conocía o ya había oído hablar de él.

Los condones femeninos comenzarán a ser distribuidos a partir de mayo. Se priorizará en la entrega a trabajadoras sexuales, víctimas de violencia doméstica, drogadictas y mujeres que conviven con portadores de sida.

De acuerdo con las últimas estadísticas de Onusida, la tasa de mortalidad a causa del VIH en Brasil disminuyó de 7,6 a 6,3 personas por cada 100 mil enfermos entre 1998 y 2000. Sin embargo, en el país hay, al menos, 630 mil portadores del virus registrados, aunque la cifra podría ser mayor.