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Squirting es una palabra en inglés que significa “Lanzar a Chorro” pero en las nuevas tendencias de del “ámbito sexual” se le ha denominado así a la eyaculación femenina, el uso del término viene dado de las fuertes expulsiones que una mujer consigue realizar involuntariamente durante un orgasmo. El Squirting no es la expulsión de un líquido en particular, más bien se podría tratar de una combinación entre orina y flujo vaginal (liquido segregado por la glándula de Skene) que lubrica la cavidad vaginal para facilitar la entrada del pene al momento del coito voluntario y consciente.
Ahora bien, más allá de la cuestión científica que puede implicar el Squirting, esto es tema de una moda erótica en la práctica que se ha desarrollado en las comunidades al explorar el tema de la sexualidad. El Squirting es producto de un máximo clímax de placer, por lo tanto, en escenas de sexo se busca que la mujer llegue al orgasmo, una consecuencia inmediata de este placer es la eyaculación líquida, un cóctel compuesto de la mucosa que recubre las paredes internas de la vagina, con una sustancia similar al semen solo presente en los actos sexuales.
Cuando aparece la orina, puede ser síntoma de estrés durante el coito, la vejiga se tensa al máximo, llenándose de su máxima capacidad de orina y expulsándola por la relajación involuntaria de los músculos y el esfínter en el orgasmo.
La forma en la que se obtiene un orgasmo y por consiguiente un Squirting es estimulando el punto G, una zona de la cavidad genital que recibe su nombre por el científico (punto Gräfenberg) que lo descubrió en el que supuestamente se consigue el máximo placer sexual. Está práctica cada vez cobra más popularidad, si único objetivo es provocar mucho placer en tu pareja y garantizarle un orgasmo.
FUENTE: enfemenino
